Profetas del
Melodeath
Podríamos
afirmar sin miedo a equivocarnos, que la consagración definitiva
para Rise To Fall, comenzó el pasado sábado 13 de junio del 2015 en
Bilbao. Lo haría con la presentación de su flamante nuevo disco y
ante un público absolutamente entregado, en medio de una Stage Live
que lucía animada y envuelta en la euforia inherente a las citas
inolvidables. De esta manera tan redonda, es como la mayoría
recordaremos el primer día en el que End Vs Beginning se puso a la
venta, como el día en el que una promesa de muchos años, se tornaba
realidad indiscutible.
Calentando el
cotarro, un buen rato antes de que los protas de la velada saltasen
sobre la tarima bilbaina, un par de conjuntos irían agitando al
respetable, mostrándonos la nueva cara del Metal Euskaldun, en lo
que nos entretenían con sus respectivas propuestas y apuntaban hacía
donde soplarán los nuevos vientos, en los años venideros.
Los primeros en
abrir fuego serían los jovencísimos Late To Scream, una
formación que aún no ha editado su primer trabajo y en la que la
media de edad se sitúa alrededor de los diecisiete años. A pesar de
su manifiesta precocidad, no se les puede negar la forma en la que
manejan sus instrumentos, invitándonos a reflexionar sobre la forma
en la que han podido surgir músicos tan precoces, sin duda, gracias
a los molones padres que han fomentado sus cualidades desde bien
críos. , Unos cuantos de estos, andarían el sábado en la Stage
Live por las primeras filas, vitoreando a sus chavales de manera
orgullosa.
Absolutamente
orientados hacia el Metalcore más inofensivo, los vizcaínos
cuajarían un veloz set de cinco cortes, concluyendo con una versión
de As I Lay Dying, provocando de esta manera un divertido mosh entre
los que allí se encontraban. A pesar de esta última referencia
evidente, me sonarían mucho más a Bullet For My Valentine, que a
los Lay Dying, con su frontman Niko ejerciendo de guitar hero y eje
central sobre el que enfocar las miradas, de similar manera a como
acostumbra Matt Tuck con los Bullet. No se puede negar el hecho de
que tanto él, como sus compañeros, pecarían por momentos de
cierta candidez en su puesta en escena, sin que esto resultase
impedimento para vislumbrar el enorme potencial que atesoran.
Con unos cuantos
años más de media, aunque también ondeando la bandera de la
juventud exultante, Black Ocean Witness serían los siguientes
en sumarse al festejo, ralentizando los veloces tiempos que habían
vertido los Late To Scream, pero añadiendo imponente cadencia
rítmica a la noche. Presentarían ocho de los cortes que compondrán
su opera prima, demostrando que cada día tienen más empaque sobre
las tablas, mostrándose cada vez mejor enfilados hacía la brillante
promesa que apuntaban.
La primera vez
que los vi, ya ganaron un concurso, y desde aquella noche en la sala
Sonora de Erandio, la progresión que la banda ha ido demostrando, ha
resultado incuestionable. Teniendo la suerte de contar con un
carismático cantante al frente, y con unos músicos perfectamente
centrados en su porción de terreno, la ecuación que consiguen
dibujar sobre las tablas, resulta absolutamente disfrutable. Todo al
servicio de las canciones que vierten, a veces emotivas, a veces
furiosas, pero casi siempre con un gancho inequívoco. No cabe duda
de que nos regalaran grandes momentos en un futuro no muy lejano.
Tras la lección
de cantera que nos había servido la organización en bandeja de
plata, les tocaría el turno a los jefes de filas del asunto. Para
cuando hubo llegado ese momento, la Stage Live ya andaría rozando el
"Sold Out", mostrando un fabuloso ambiente festivo, el cual
nos invitaba a presagiar otra noche memorable. Recordaríamos de esa
manera, las dos anteriores presentaciones de los Rise en Bilbao,
cuando la Bilborock se quedó pequeña, para albergar a todos los
aficionados que trataron de sumarse a la fiesta.
“Sustention”
y “Plastic Scene” abrirían la lata, introduciéndonos desde los
primeros compases entre los surcos del novísimo End Vs Beginning,
pasando casi sin dilación hasta los celebrados ritmos que contenía
“Redrum”, posiblemente el primer tema con el que despuntaron los
de Sopela, hace más de cinco años ya. Mirando hacía aquellos
tiempos no tan lejanos, da gusto comprobar la forma en la que han
hecho tablas los cinco músicos que forman el conjunto. Hoy en día
trasmiten a cada momento, deambulan por todo el escenario con
dinamismo y están absolutamente convencidos de su valía.
Con ese saber
estar que hemos apuntado, irían cayendo muchos de los cortes que
componen la obra que tocaba presentar. Lucirían así "Thunders
Of Emotions Beating", "Murk Empire", "Burning
Signs" o "Dark Clowns Leading Blinds", incrustándose
cada una de ellas en la sala con vehemencia y determinación,
confirmando sin trampa ni cartón, como acaban de lanzar el mejor
trabajo en lo que llevan de carrera. No olvidarían sin embargo,
alguno de los puntales de su anterior Defying the Gods, rescatando
con acierto tanto “Whispers of Hope” como “Decoding Reality”,
la cual sería utilizada para dar por concluida la parte central del
espectáculo.
Volverían con el poderoso single que nos presentó el End Vs
Begginning a cuestas, con toda la mala hostia que rezuma “The
Threshold”, dispuesta para colocar los niveles de intensidad en
todo lo alto, mientras la sala entera gozaba su momento dulce. Justo
ahí pondrían el broche de oro con la dupla letal de “Rise Without
Drama” y “Rise From Drama”, en la que contarían con dos
componentes de Flying Scarecrow sobre la tarima.
Aimar y Dann
Hoyos se unirían de esta manera a los Rise to Fall, para conformar
una alineación estelar, con el guitarra de Space Octopus apareciendo
con la careta que utiliza con su banda y con el ex cantante de No
Drama, formando un tándem vocal perfecto con Dalay. Entre todos
elevarían unos cuantos puntos más la euforia del recinto, haciendo
brotar ovaciones desde todos los rincones, confirmando su solidez
como profetas en su tierra y demostrando que pocos como ellos,
facturan Death Melodico de tanta calidad dentro de nuestras
fronteras.
Crónica y fotos por Unai Endemaño.
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