A pie cambiado y sin dejarnos
demasiado resquicio sobre el que encaramar nuestras expectativas, los
barceloneses Obsidian Kingdom nos presentan el siguiente paso
en su imparable carrera hacía el culto definitivo. Un EP con siete
remezclas del Mantiis que atiende al nombre de Torn
and Burnt y presenta en sociedad otra interesante perspectiva
desde la que contemplar sus posibilidades. No estamos aquí por
tanto, ante sencillas reinterpretaciones de lo que hace un año
quedara grabado, nos encontramos frente a un ente alternativo que
precisa ser alimentado en plato aparte.
Empezando por las siniestras
reflexiones que sugiere el trabajo artístico del taxidermista alemán
Raf Veulemans, este álbum remarca su propia identidad desde la misma
portada. Imágenes confusas dibujando sombras de insectos en nuestro
subconsciente, redirigen hacía la icónica estampa de la Mantis y
nos reciben con inequívoco estilo. Nos situamos pues en el borde
mismo y nos tiramos sobre And Then it Was, olvidándonos de
todas las ideas que pudiésemos conservar sobre el título en
cuestión. La interpretación que Oktopus hace de la pieza
mencionada, ejemplifica certeramente lo que vamos a encontrar a lo
largo de la tortuosa media hora que ante nosotros se despliega.
Los sonidos son electrónicos,
sucios y notablemente rítmicos, dejando que obviemos el peso que las
guitarras tenían en la mezcla original y aguardando ver dónde se
han colocado las voces a la partitura. Tardamos poco en comprobar
como tampoco en este último punto vamos a encontrar cobijo bajo el
que guarecernos, las palabras han sido distorsionadas en macabras
tonalidades. Nos resta el placer hipnótico que la banda persigue
conseguir, lo retuercen sin compasión hacía las costumbres
establecidas, como quien te pone un metrónomo frente al corazón y
espera ver como llevas el ritmo.
En Last of the Light los
teclados toman el protagonismo, dando al conjunto una atmosfera
futurista y desdichada, como si de una banda sonora para replicantes
se tratase. Maquinal, frio y absolutamente artificial se nos presenta
el corte, sin que la sensación de hipnosis absoluta le dé por
desaparecer en ningún momento. El espíritu glacial de los Drone set
que acostumbran a realizar los Obsidian, también se puede
percibir a lo largo y ancho de Awake Until Dawn, un pellizco
lento y sepulcral que podría servir como música de fondo para
mazmorras poco ventiladas.
Similar
espíritu malsano y retorcido encontraremos en Finguers in Anguish
y Haunts of the Underworld, esta vez siendo un poco más
convencionales en lo que remezclar historias se refiere, metiendo
loops, beats y apuntes dubstep, pero sin detenerse en limpiar el
resultado final. Es por esto que la obra, a pesar de su brevedad y
extraña apariencia, goza de una insuperable harmonía cuando se
disfruta en cascada. Los mejores momentos sin embargo los conserva en
los últimos instantes y llegan cuando The Nurse aparece en
escena.
El corte señalado se desliza en
etéreo Ambient de alta escuela, similar al que en su día gustaba de
grabar Mortiis en sus primeros trabajos, sin tanta cadena
deslizándose pero la misma sensación de penumbra. Las únicas voces
limpias de todo el EP son las que se abren paso en esta fase
postrera, poniendo el inevitable momento emotivo. La conclusión
sobra decir que estará a la altura de la banda protagonista, Answers
Revealing lleva por nombre y funciona como catarsis idónea para
el torrente de emociones que por el camino nos hemos ido encontrando.
Señalar que no es necesario-como ha
quedado demostrado por otra parte- comparar estas remezclas con sus
originales, para apreciarlas en su totalidad. Se trata de
consecuencias lógicas del enorme espectro de influencias con que
Obsidian Kingdom cuentan. Habría que citar en este punto, las
lógicas reminiscencias que pueden conservar ciertos momentos con los
NIN más electrónicos, las vueltas de tuerca con que solían
sorprender Tool o los 65 Days of Static de última
generación por citar unos pocos.
Estamos aquí ante lo que parece
venir después del Post Black marciano, la cara oscura y electrónica
que solo se ve cuando los interesados tienen el valor suficiente como
para mostrarla. En una onda similar a lo que ha supuesto WIFE
tras la desbandada de Altar of Plagues, pero sabiendo que en
este caso solo estamos ante un paréntesis. Una nueva obra de
artesanos que se entretienen jugando con sus herramientas, incidiendo
una vez más en lo que pretenden y sin detenerse a pensar en lo que
de ellos se espera.
Por Unai Endemaño
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