Terminando por
donde se suponía que tenia que empezar, comentare que la actuación
del Antzoki del diez de Octubre, no fue ninguna excepción a los
anteriores conciertos que hemos podido presenciar a la banda, con
todos los ingredientes que he ido mencionando de pasada, y gozando de
un sonido y luces difícilmente superables. Tan abrumadoramente
buenos, que sería demasiado aburrido el hecho de ponerse a
resumirlo.
Sin la contagiosa
entrega de Brad Lang, tocando las cuatro cuerdas frente a nosotros, o
la desgarradora técnica que sigue regalándonos Meniketti con el par
de guitarras que saca de paseo, nada podría ser igual. Es necesario
emocionarse con el tramo final de "I Believe In You",
cantar en comunión las líneas de "Midnight in Tokyo" o
dejarse llevar por la historia, mientras todo termina al son de
"Forever". Es necesario estar viéndolo para poder creerlo.
De esta manera
dejaríamos atrás un inicio marcado por el medio tiempo "Rescue
Me". recuerdos a los discos más melódicos que Y&T grabara
a finales de los ochenta y éxitos mundiales del tamaño de "Mean
Streak", "Summertime Girls" u "Open Fire",
esta última hábilmente empleada para abrir los bises. En medio de
un setlist amplísimo encontraríamos cortes que no sabíamos de
donde habían salido y que imaginábamos que venían a cuento para
celebrar dignamente los cuarenta años de la banda.
A lo largo de dos
horas y cuarto, por tanto, tuvimos tiempo para volver a encarar a una
de las bandas clásicas por definición, en una maravillosa sala de
media entrada, dando una nueva lección a las nuevas generaciones,
sobre lo que supone amar y dignificar tu trabajo. Generando dudas en
nuestras cabezas acerca de porque nunca han llegado a ser más
grandes, mientras nos despedían los aplausos enfervorizados de un
público absolutamente agradecido. Parecía que la vieja foto había
vuelto a emocionarnos una vez más.
Crónica y fotos por Unai Endemaño.
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